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Como parte de la semana de la arquitectura, este 5 de mayo se efectuó la primera edición del “MODEL, Festival de Arquitecturas de Barcelona”. El evento que duró 10 días fue organizado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC). El festival surgió como antesala a la cita para la Capitalidad Mundial de la Arquitectura UIA-Unesco de Barcelona 2026. Estuvo a cargo de los directores artísticos Eva Franch i Gilabert, Beth Galí y el investigador cultural José Luis de Vicente.
Barcelona (ejemplo mundial de buena arquitectura) fue sede de numerosas propuestas experimentales realizadas para despertar la reflexión popular. El evento estuvo dirigido a todo tipo de público. El diseño emergente y futurista se hizo presente de la mano de reconocidos talentos.
Se dispuso de un espacio de 7 kilómetros que limitaba entre los distritos de Ciutat Vella y el Eixample. El área contó con instalaciones físicas y de realidad aumentada, workshops, cocina urbana y debates. Gran parte de las actividades se desarrollaron en espacios públicos, entre ellas destacó el homenaje al reconocido arquitecto Oriol Bohigas, quien falleció en 2021.

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El lema del festival fue “Re-Créixer” (Recrecer), en pro de repensar la construcción de la ciudad. Bajo su signo se estableció la base del tema principal del debate sobre la arquitectura y urbanismo de la ciudad. Aquí se hizo énfasis en problemáticas como la emergencia social y climática. Analizándose cómo debían ser las construcciones de la ciudad a futuro.
La distribución de las instalaciones de arquitectura efímera se hizo en cinco espacios emblemáticos de la ciudad. El acto inaugural tuvo como escenario La Plaza de Catalunya. Esta plaza fue transformada en “La Cocina Urbana” (por el estudio internacional MAIO) donde había una estructura de madera con mesas y stands gastronómicos. La Ronda de Sant Antoni se transformó en “El Arca de convivencia” (colaboración de LEA Atelier y TAKK Architecture), un lugar para reflexionar sobre la importancia de contar con espacios públicos verdes.
La Placa de Idrissa Diallo se convirtió en “Revertir la pirámide” (de Ojo Estudio), un espacio público formado por una estructura de andamios que sirvió para reflexionar y abrir debate sobre la descolonización. El Passeig Lluís Companys pasó a ser “Memoria cronotópica” (por Flexoarquitectura). En ella se representaron las arquitecturas desaparecidas entre los siglos VII y XXI en el solar de los antiguos juzgados. Finalmente, La Plaza Real (por Elisava) que se transformó en “Ocupar el centre amb la palabra (el centro de debates)”.

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Las intervenciones de realidad aumentada fueron cinco y podían ser disfrutadas a través de los teléfonos móviles. En la Plaça Urquinaona se encuentraba “Els Auguris”. En el Paral·lel el “Landlord Open House”. En el monumento de Colon “Colon-itzar el Port de Barcelona”. En el Arc de Triomf el “Queer Triomf” y en la Plaça Universitat sen la “Plaça del metaverso”.